Nadie sabe lo vale el tiempo en esta tierra de amargas diferencias
Todos gastamos nuestro aliento enriqueciendo a tontos más sucios que nosotros
Nada queda en esta ciudad, todo se desvanece o pasa de moda
Nadie detiene a vigilar el canto de las flores o el vuelo de los niños
Nadie detiene a vigilar la lluvia desatada
Nadie nos podrá devolver en forma material el tiempo
Aves que no volverán, espiga por secar
Oro que no es material, espiga por secar, espiga por secar
Un amigo me pidió monedas
Yo sólo tenía para volver
El sin zapatos estrechó mi mano
Me enseñó algo que no es desechable, que no es desechable