Todos tenemos voces que nos aconsejan
Unas buenas y unas malas detrás de la oreja
Al final del juego siempre hay moralejas
Son las enseñanzas de esta vida tan compleja
He aprendido tanto por cada vez que he caído
Llegué al punto al cual la fe ya la había perdido
El punto en el cual ya nada tenia sentido
Y de todo lo que había hecho me sentía arrepentido
Pero por mi suerte Esperanza se acercó
Me dijo que no este triste, que riendo me veo mejor
Que los errores no significan ser un perdedor
Que son gajes del oficio para probar el dolor
Y aquí estoy, sigo vivo, si caigo me levanto
Canto y esas ganas de llorar me las aguanto
No soy tan malo mamá, pero tampoco un santo
Y si fumo hay más cosas que el humo, que me están matando