Te vi por la calle, quemabas al sol.
Quedé obnubilado negando que Dios
Pueda haber creado
Una cosa tan bonita que destrozó una mirada.
Riendo en el frío vagaba tu voz
En la Bariloche que un día te vió tan nocturna
Que la luna nos quemaba y nos dejaba
Sin palabras, sin poder pensar,
Casi sin estar, pero estando
Congregados al calor
Te vi, me sentiste, aunque ni te enteraste.
Merodeando en sueños de fuego y chocolate
Bañando tu piel.
Una frágil y enigmática dulzura despiadada.
Heriste mi llanto, de risa y color.
Fundiste al quebranto, trajiste un amor
Y un delirio
Que evidencia que en mi vida ya no importa nada nada
Más que tu canción
Que es esta canción que hoy te canto
Escuchala.
Verte, solo verte, alimenta hoy mi alma aniquilada.
Ya las horas no son mías si mi alma no se renueva en tu mirada.
Verte y sólo verte es querer frenar el viento con las manos.
Ya las horas son cautivas de buscarte en cada instante, en cada lado.