Varón prudente y justo que creyó
Locura de amor, un sueño revelo
Sin pensarlo
Desde el alma no vaciló
C José, Dios encomendó
C su madre con el niño protegió
Con esmero, devoción y amor cuidó
En silencio aquel varón
Dio su palabra al creador
Y olvidándose decir
Vivió por ellos hasta el fin
Obediencia nos enseñas, ¡Oh, José!
Mil virtudes florecieron, ¡Oh, José!
Valiente hombre laborioso, ¡Oh, José!
Maestro para el hombre, ¡Oh, José!
San José de la acogida
Entra en la casa mía
Sin preguntas, reclamos y profunda fe
Desposaste a la doncella, inmaculada mujer
El cielo
Tu lealtad y sencillez escogió
Para ser guía del gran Rey
Tus brazos, sagrario del amor
Moldeaste en tu taller al mismo redentor
Con martillo y pulidor
Del madero fuiste tallador
Que llevaría tu señor
Rompiendo el corazón
Obediencia nos enseñas, ¡Oh, José!
Mil virtudes florecieron, ¡Oh, José!
Valiente hombre laborioso, ¡Oh, José!
Maestro para el hombre, ¡Oh, José!
Obediencia nos enseñas, ¡Oh, José!
Mil virtudes florecieron, ¡Oh, José!
Valiente hombre laborioso, ¡Oh, José!
Maestro para el hombre, ¡Oh, José!
San José de la acogida
Entra en la casa mía
(Ven con Jesus y María)
(Para que sean los maestros)
(De la familia mía)