Una nana hecha llovizna se desparrama,
Se desparrama en el suelo.
El barro madre hambriento
Implorando un consuelo.
Arrullo, cobijo, cielo,
Apachachando un consuelo.
Sana, sana, sana.
Sana sana este Otoño.
Tan entero y tan roto!
Salvajemente hermoso,
Te me has vuelto impiadoso.
Voy caminando por los senderos con mi equipaje.
Bolsito rojo latiendo.
Y los vientos me visten
Con remolinos de hojas,
Crujientes, bellas, sonoras.
Los remolinos de hojas.
Sana, sana, sana.
Sana sana este Otoño.
Tan gustoso y ventoso!
Salvajemente hermoso,
Te me has vuelto impiadoso.
Llueven gotas de agua vida, se desparraman
Buscando ríos y mares.
Por el aire van las hojas,
Se despegan generosas,
Amarillas, bermejas, rojas.
Soltándose generosas.
Sana, sana, sana.
Sana sana este Otoño.
Tan despierto y tan muerto!
Salvajemente hermoso,
Te me has vuelto impiadoso.
Te entono esta cantilena,
Que espanta todas las penas.