En tiempos de gloria y batalla
Surge una leyenda sin igual
Maldonado, el templario valiente
En su pecho un corazón leal
Su misión, un anhelo divino
Hallar el santo Grial
Entre sombras y caminos inciertos
Donde el bien y el mal se hallan
Con espada y cruz, él avanzaba
Por tierras de desolación
Con la fe como guía y escudo
En busca de redención
Más allá de montañas y ríos
Se adentró en un reino oscuro
Donde las tinieblas reinaban
Y el temor se hacía seguro.
Maldonado, sin titubear
Enfrentó las sombras de su ser
Con cada paso más profundo
Hacia el abismo de su ayer
Las visiones de muerte y ruina
Desgarraban su voluntad
Pero su espíritu indomable
No se rendía ante la maldad
Encontró un cáliz sombrío
No el Grial que soñó hallar
Sino un portal hacia el vacío
Donde la esperanza va a expirar
Las tinieblas lo rodearon
Susurros de perdición
Maldonado luchaba en vano
Contra su propia rendición
En aquel momento final
Comprendió su destino cruel
No era encontrar la salvación
Sino enfrentar el abismo fiel
Maldonado, el templario valiente
Perdido en un reino sin paz
Nos deja su historia ardiente
De valor, fe, y su solaz
Y aunque el Grial no halló
Su misión no fue en vano
Pues en su lucha enseñó
Que el coraje nunca es temprano