La vejez se acerca
Como un lento suspiro
Nos toma de la mano
Sin pedir perdón
Cada paso es más pesado
Cada día un giro
Hacia un tiempo donde el sol
Pierde su ardor
Las arrugas narran historias en la piel
Cada línea un recuerdo
Que no se deshace
El espejo devuelve una mirada cruel
Que nos cuenta que el tiempo
Sin prisa nos abraza.
La vejez es un desengaño
Que no pide permiso
Nos roba la fuerza
Nos deja la calma
Pero en su tristeza
También hay hechizo
Nos muestra el valor
De una vida en el alma
Los sueños de juventud
Se desvanecen
Como un susurro que se pierde en el viento
Las fuerzas menguan
Los pasos perecen
Y aceptamos la quietud
Como nuestro aliento
El mundo se hace
Más pequeño y distante
Los amigos se van
Como hojas en otoño
El cuerpo se vuelve
Un recuerdo constante
De días pasados
Que en la mente recojo
La vejez es un desengaño
Que no pide permiso
Nos roba la fuerza
Nos deja la calma
Pero en su tristeza
También hay hechizo
Nos muestra el valor
De una vida en el alma
Las noches se alargan
En un silencio profundo
Los días se acortan
Las horas se esfuman
Y aunque el tiempo nos aleja
De este mundo
Buscamos en la memoria
Lo que nos alumbra
Pero en medio de la sombra
Que la vejez proyecta
Hay una chispa de vida
Que aún persiste
Es el alma que sueña
Y nunca se doblega
Porque aunque el cuerpo se rinda
El espíritu resiste
En la fragilidad de un cuerpo
Que envejece
Encontramos la verdad
Que el tiempo nos concede
No es el final
Es un nuevo comienzo,
Donde lo vivido se vuelve inmenso
Con cada cana
Con cada huella
Hay una historia que la vida sella
Y aunque el otoño
Nos envuelve en su bruma
El alma florece
En una eterna luna
La vejez es un desengaño
Que no pide permiso
Nos roba la fuerza
Nos deja la calma
Pero en su tristeza
También hay hechizo
Nos muestra el valor
De una vida en el alma