Milonga del arrabal
vos sos la mujer
del tango celoso y triste
la que en una noche
de canyengue lo engrupiste
al que ver tu cuerpo
retobado de percal
te llevó para el bulín
te arregló al compás
y así te llamó milonga
y cuando aprendiste
el quebrao de meta y ponga
te llevó pa'l cafetín.
Era la más preferida
de los barrio orilleros,
pero vino un forastero
que en tus notas se inspiró.
Te hizo un chamuyo de foxtrot,
con acordes a derroche
y en la penumbra de una noche
del arrabal te piantó.
Milonga del arrabal,
que al pobre gotán
lo abandonaste de un pique
con el berretín
de quererle dar un dique
con tu gigoló
anclando en la diagonal.
Y al ver que lo habías dejao
de bronca y dolor,
se pilló unas cuantas copas
se cachó un vapor
y se fue derecho a Europa
dejando un cartel sentao.
Era la más preferida
de los barrio orilleros,
pero vino un forastero
que te llevó para tu mal.
Y al ver que lleno de gloria
volvió el tango con su acento
te entró el arrepentimiento
y volviste al arrabal.