Adiós, adiós, dulce veneno,
ya no te queda ningún infierno
donde quemar un día de amor.
Ha quedado solo, triste y seco,
tu corazón.
Adiós, adiós, dulce veneno,
allá en la luna, serás Homero,
y las palabras serán tu sueáo.
Sobre las piedras escribirás
para el recuerdo:
Se nos va la vida (se nos va)
se nos va la vida buscándola
por los albaáales (se nos va)
por los albaáales y las terrazas.
Uno no sabe si hay un destino
escrito a mano, o si es olvido.
Uno no sabe si es una fiesta,
o si es la muerte que nos aleja...
(recitado)
Yo quise darte mi amor, Odiseo,
pero rajaste...
¿A qué te fuiste, Odiseo, si yo era
el mejor de los paraísos posibles?
Tuve que esperarte tejiendo una maáanita
pero el hilo del ovillo se cortó;
y cuando el hilo se corta, Odiseo,
enhebrar es el desierto.
¡El mismo fuego que a vos te venía
encendiendo a mí me venía apagando!
Odiseo, Odiseo...