Creíste que estabas hablando solo.
Había alguien acá también.
Te hipnotizaba el efecto bollo.
Me decías algo a mí también, decías:
Che, acá: vos y yo, somos los más lindos.
Y al volver a oir, había algo que fallaba.
No estaba mal ni estaba bien,
Pero se descontrolaba otra vez.
Y al volver a oir, había algo que fallaba.
No estaba mal ni estaba bien,
Pero se descontrolaba otra vez.
No estaba mal ni estaba bien,
Pero se descontrolaba otra vez.