Amarte es mi pecado porque adorarte fue una fantasía porque quererte fue una tontería y le hice caso al corazón Amarte es mi pecado por no entender que nunca fuiste mío y por las ganas de llenar este vació que se formó entre el sentimiento y la razón Amarte es mi pecado... Amarte como lo hice yo sin darle credo al sentimiento resulta siempre un juego peligroso porque al final el que más dio es el perdedor