Ahí en el vecindario,
Al lado de la iglesia, y después de rezar,
Todos saben, todos callan, se va a pecar,
Él se transforma, papi gustoso y sensual sin cesar.
Llega al vecindario, ya lo ven pasar,
Con su paso firme, no lo pueden evitar,
Esa piel dorada, brilla bajo el sol,
Con su mirada fuerte, domina la emoción.
Y cuando llega la noche, el misterio se siente,
El barrio lo sabe, nadie es indiferente,
Ese cuerpo sensual, en cada rincón,
Desata suspiros, despierta la pasión.
Ahí en el vecindario,
Al lado de la iglesia, y después de rezar,
Todos saben, todos callan, se va a pecar,
Él se transforma, papi gustoso y sensual sin cesar.
Llega al vecindario, ya lo ven pasar,
Con su paso firme, no lo pueden evitar,
Esa piel dorada, brilla bajo el sol,
Con su mirada fuerte, domina la emoción.
Y cuando llega la noche, el misterio se siente,
El barrio lo sabe, nadie es indiferente,
Ese cuerpo sensual, en cada rincón,
Desata suspiros, despierta la pasión.
Ahí en el vecindario,
Al lado de la iglesia, y después de rezar,
Todos saben, todos callan, se va a pecar,
Él se transforma, papi gustoso y sensual sin cesar.
Entre luces y sombras, él se deja llevar,
En cada esquina juega, nadie lo va a parar,
Sus bromas lo delatan, pero nadie dirá,
Lo que pasa en el barrio, aquí se quedará.
Susurros en la calle, nadie quiere hablar,
Pero todos lo miran cuando empieza a brillar,
Su flow irresistible, lo pone a ganar,
En el vecindario, él siempre va a destacar.
Los rumores vuelan, pero nadie traiciona,
Lo que pasa en las noches, todo el mundo perdona,
No siempre gana, pero juega para ganar,
Con su encanto, él nunca va a fallar.
Ahí en el vecindario,
Al lado de la iglesia, y después de rezar,
Todos saben, todos callan, se va a pecar,
Él se transforma, papi gustoso y sensual sin cesar.
En el vecindario, todo puede pasar,
Con risas y secretos, lo dejan escapar,
Él se transforma, en cada ocasión,
Papi gustoso, dueño del corazón.