Como llueve en Sevilla, un otoño marrón
El hotel es un acto de amor para dos
Pero tú no estás, vida
He bajado a la calle
Me ha subido el calor
Del acento que quiere escuchar mi colchón
Era un sábado tarde
Y ahí voy, doblando una esquina se dobla el amor
Había una morena vendiendo pulseras
Gritando veloz, cantando saetas
La miro, me voy
Pero di la vuelta
¿qué hago? Me digo
Me mira se ríe de mi
Si quieres gallego te llevo hasta el río
Le dije que si
Fui a una torre que brillaba y vi como nos temblaba el cielo
Fue como lo cuento fue así,
Olvide que había concierto
Fuimos, en pasado, a un entablao flamenco
Y pude ver el cielo desde abajo cuando dijo susurrando
Dame un beso y no saludes a esa que tienes al lado
Casi amanecía cuando toda la alameda me aplaudió
Cuando mordía más al sur de su cadera y ahí me vine tan arriba
Que pedimos cama y dos mil horas más
Pero al llegar el día, el día siguiente me refiero
Ni siquiera un te quiero en la pared.
Era lo que temía tal vez todo fuera un sueño
Bajé corriendo desnudo y sin fe
Hubiera gritado su nombre pero no lo dijo,
Hubiera dado todo esta vez
Pero al doblar la esquina al día siguiente no había ruido
Y en lugar de llorarla, me callé
Aunque no quede de paso
Cada vez que bajo a cantar
Vuelvo al sitio donde la encontré
Una vez en Marzo
Creí que era ella y me vi
Persiguiendo a una extraña y lloré
Cuando dio la vuelta
Por eso si veis que llueve en Sevilla
Es que estoy recordando su piel