FRACASO: En este momento tengo que confesar, que ya no soporto tu forma de hablar, que veo en tu mirada mucho que ocultar, y sólo me entran ganas de marchar. Llegados a este punto hay que reflexionar, si merece la pena llorar o lamentar, emprenderé un viaje a ningún lugar, que sólo el destino lo decidirá. Todo vuelve a empezar, no es momento de mirar atrás, necesito avanzar, ya no hay nada que pensar. Puede que no sea forma de acabar, en lo que tú creías y a mí me hacía dudar, tómalo con calma pronto comprenderás, que algo que está muerto no puede durar. Aceptar la realidad, nos puede evitar naufragar. El recuerdo te asfixiará si no tienes nada porque luchar.