El jardín. En la ventana luce una flor su blancor
En la alcoba aquel enfermo repite con débil voz
Te quiero... Sólo el silencio responde a su dolor
Y un violín decir parece
Cómo se muere de amor
Es una casita blanca
Con ventanal al jardín,
Se oye muy suave, a lo lejos,
La armonía de un violín.
Es una casita blanca...
Una mesita... una flor...
Varias sillas distraídas
Que contemplan aburridas,
A un enfermito de amor.
Lentamente, una sonrisa,
Por su boca se desliza
Impregnada de dolor.
Y en su mirada serena y pura,
Hay un libro de amargura
Una novela de amor.
Luego, misteriosamente,
Llega hasta allí una mujer,
Y el enfermo, quedamente
Vuelca todo su querer...
Todos han enmudecido
Y contemplan con dolor,
El frío rostro de ella
Donde está impresa la huella
Del que se muere de amor...