Desde el origen del indigno hombre
Sus ritos y energías lograron perdurar
Cada mente está y estuvo sumergida
En su doctrina de gran poder
Emana de tus pecados podridos
Doblega tu voluntad hacia el mal
Destruye tus esperanzas seniles
Angustia tu vencida mente
Te sumerge en inmundicias
No descansa hasta verte en llagas
La reencarnación de la ansiada razón
Es mediante su voraz existencia
La destrucción del humano decaído
Es el destino a conquistar
Su asoladora presencia se expande
A través de infinitas voraces cadenas
De aversión
Sacia su hambre con tu miserable descendencia
Asienta su reino sobre pilas de pestilentes cadáveres
Viola el alma, inmunda, de carroña humana
Para extinguir, nefastas, mentiras sagradas
Depura la plaga del falso axioma
Tritura la progenie del falso dios