Sobra espacio en la cabecera de mi cama
Faltan pelos blancos en mi pijama
Mirando tus fotos, te lloro y me aflijo
Jamás te dejé porque eras mi hijo
Llegaste a mí de forma simple, eras muy pequeño, y un poco glotón
No tenías cicatrices, estabas falto de aceptación
Recuerdo tus ojitos verdes que miraban todo con curiosidad
No costó mucho trabajo quitar los momentos de soledad
Te divertías en grande con tu nuevo dije y tu juguetito
No precisabas que te mande, por más que maldije, eras un angelito
De a poco fuimos entendiendo que no era fácil nuestra convivencia
Con el tiempo fuiste creciendo enseñándome en mi indiferencia
Sobra espacio en la cabecera de mi cama
Faltan pelos blancos en mi pijama
Mirando tus fotos, te lloro y me aflijo
Jamás te dejé porque eras mi hijo
Fue de invierno un lunes 25 cuando tus patitas marcaron mi vida
Hasta el día de hoy no me explico la razón de tu partida
Escucharte apenas llegar era todo lo que deseaba
Despedirme antes de viajar fue lo que por dentro me mataba
Fuiste dejando muchos recuerdos, cosas de las que no estaba enterado
El sol ya no es sol, no brilla de día porque ya no estás a mi lado
Hasta hoy no puedo alejarme, hacer ajeno este remordimiento
Como vos nadie pudo amarme, aun así, siendo tu tormento
Los relojes de mi habitación me dicen que está avanzando el tiempo
Contradictorio a mi corazón que se congeló en aquel momento.
Sobra espacio en la cabecera de mi cama
Faltan pelos blancos en mi pijama
Mirando tus fotos, te lloro y me aflijo
Jamás te dejé, Jamás te dejé
Jamás te dejé, Jamás te dejé
Porque eras mi hijo, porque eras mi hijo