Algunas veces vuelo y otras veces me arrastro a ras del suelo, algunas veces vivo, y otras la vida se me va con lo que escribo. algunas veces busco un adjetivo inspirado y posesivo que te araáe el corazón.* Tu, que mereces la vida, que devoras las horas y haces de esta partida arte, poesía y no olvidas ni pierdes la razón, y ayunas y vuelcas mi vida a base de inventarnos, otra nueva, nueva sensación. Yo, que miro por tus ojos, trago tu saliva, bebo por tu boca, araáo el aire de una tarde de otoáo para calmar tu calor, y le robo al sol un mordisco que se coma tu temblor, poderoso diamante, tu, yo, joyero orgulloso presumido y rompedor. Y ahora me río, ahora me hundo en mi agonía de tardes enteras, de aislarme por la tristeza de tu ausencia, del constante dolor de mirar tu foto y no poder besar tu boca, ni ahogarme en el agua salada de tus lagrimas de amor. Tu, toda mi inspiración, bendita creación.