Callado me quedé en tus brazos...
La luna reflejó su luz...
Mi rostro se llenó de llanto
Me está bastando con un beso aquel adiós...
Sabía que no regresabas...
Bien sabía que te iba a perder...
Y el amor que en un tiempo me entregabas ya no era mío
Ahora era de él...
Me quedé... con el alma marchita
Y mi orgullo en pedazos, se vino a perder...
Y lloré... como lloran los hombres cuando se enamoran de alguna mujer...
Pero sé... que yo tuve la culpa por no comprender...
Que mujeres ajenas nunca hay que querer...
Guerita, mala, mala y más mala
Me quedé... con el alma marchita
Y mi orgullo en pedazos, se vino a perder...
Y lloré... como lloran los hombres cuando se enamoran de alguna mujer...
Pero sé... que yo tuve la culpa por no comprender...
Que mujeres ajenas nunca hay que querer.