Anoche tuve un sueño angustioso
Y desperté empapado de sudor
Recuerdo los detalles con tanta precisión
Que todavía me asusta, corazón
Estábamos tú y yo como en un duelo
Velábamos los restos de este amor
Que tristes descansaban en un blanco ataúd
Rodeado de unos cirios y una cruz
Los amigos también
Venían a expresar
Su pena al saber
Que aquel gran amor
Que un día nos unió
De pronto murió
Quién sabe de qué
De hastío o de sed
Tomaban nuestras manos con ternura
Trataban de ayudarnos a afrontar tanta amargura
Cuando el cura llegó
Rezó ante la cruz
La triste oración
Del último adiós
Y en la habitación
El llanto creció
Y un mudo porqué
De mi alma surgió
La gente en la calle preguntó
"¿Por quién doblan a muertos las campanas del dolor?"
Llorando ante la tumba del amor
Un día estaremos tú y yo
Tal como anoche lo soñara
Hay que inventar de nuevo la pasión
Aquellos juegos que hasta ayer
Nos quemaban
El sueño fue un aviso del Señor
La profecía de que este amor
Por la rutina ya se acaba
Hay que encontrar de nuevo la pasión
Aquellas ganas que hasta ayer
Nos sobraban, mi bien
Nos sobraban
Anoche tuve un sueño angustioso
Y desperté empapado de sudor
Recuerdo los detalles con tanta precisión
Que todavía me asusta, corazón
Y en silencio total
Siguiendo a la cruz
El duelo partió
Para sepultar
Aquella ilusión
Que un día nos ató
Y se nos murió
Quién sabe de qué
Y no sé quién en su lápida escribió
"Aquí yacen los restos del que fue el más bello amor"
Llorando ante la tumba del amor
Un día estaremos tú y yo
Tal como anoche lo soñara
Hay que inventar de nuevo la pasión
Aquellos juegos que hasta ayer
Nos quemaban
El sueño fue un aviso del Señor
La profecía de que este amor
Por la rutina ya se acaba
Hay que encontrar de nuevo la pasión
Aquellas ganas que hasta ayer
Nos sobraban, mi bien
Nos sobraban
Hay que inventar de nuevo la pasión
Aquellos juegos que hasta ayer
Nos quemaban