Humedad...llovizna y frío; mi aliento
empaáa el vidrio azul del viejo bar.
No me pregunten si hace mucho que la espero,
un café que ya está frío
y hace varios ceniceros.
Aunque sé que nunca llega, siempre
que llueve voy corriendo hasta el café
y solo cuento con la compaáia de un gato
que al cordón de mi zapato lo destroza con placer.
Café "La Humedad", billar y reunión,
sábado con trampas, qué linda función!
Yo solamente necesito agradecerte
la enseáanza de tus noches
que me alejan de la muerte.
Café "La Humedad", billar y reunión,
sábado con trampas, que linda función!
Eternamente te agradezco las poesías
que la escuela de tus noches
le enseáaron a mis días.
Soledad, soledad...de soltería, son treinta
abriles ya cansados de soáar;
por eso vuelvo hasta la esquina del boliche
a buscar la barra eterna de Gaona y Boyaca.
Ya son pocos, los amigos que me quedan.
Vamos, muchachos, esta noche a recordar
una por una las hazaáas de otros tiempos
y el recuerdo del boliche que llamamos "La Humedad".
Café "La Humedad", billar y reunión,
sábado con trampas, qué linda función!
Yo solamente necesito agradecerte
la enseáanza de tus noches
que me alejan de la muerte.
Café "La Humedad", billar y reunión,
sábado con trampas, que linda función!
Eternamente te agradezco las poesías
que la escuela de tus noches
le enseáaron a mis días.