Se acercan, mujer,
tiempos de maleza
que ya no hay cerezas
en esta habitación
Cortemos, mujer,
vientos y mareas
que un barco en la brea
navega sin timón...
Gritemos, mujer,
hasta que el quebranto
resucite el canto
de la tripulación...
Corren tiempos
de vivir al paredón
y habrá que hacer, mujer,
de tripas, corazón.
Traguemos, mujer,
sapos y culebras
que la luz celebra
su histórico apagón...
Pongamos, mujer,
el dedo en la llaga
antes de que lo haga
el Gran Camaleón...
Toquemos, mujer
fondo en la basura
que por las alturas
la nieve es de carbón
Huyamos, mujer,
de la propia huida
que ya no hay salida
en este callejón
Saquemos, mujer,
fuerzas de flaqueza,
balas de belleza
de la imaginación...
Soáemos, mujer,
para estar despiertos
entre tantos muertos
dispuestos a la acción...