No sé qué coáo me pasa hoy
que no consigo saber quién soy
ni cómo vine ni dónde estoy, estoy, estoy.
No encuentro el aire para el pulmón,
tampoco escucho mi corazón,
reposo sobre un duro colchón, colchón, colchón.
Me abraza una oscuridad total,
algo en la boca me sabe mal,
siento en el cuerpo un frío glacial, glacial, glacial.
Algo impide que me mueva,
un vacío sepulcral,
mi cuerpo con vida
descansa en paz, descansa en paz...
Tengo dos manos y una nariz,
junto a la ceja una cicatriz,
al despertar me siento feliz, feliz, feliz.
De pronto toda la habitación
en un instante se hace prisión,
urgentemente salgo al balcón, balcón, balcón.
La calle abajo es un gran ciempiés
que me convida a andar al revés
y yo no logro encontrar los pies, los pies, los pies.