Con el papel de una carta que me escribiste
Hice un barquito pequeño y en el oleaje
Del mar de los desengaños lo puse triste
Para que ya no volviera nunca del viaje
He pensado tantas noches golpear tu puerta
Llegarte así de improvisto de madrugada
Pero el pulso de la sangre me dice alerta
Mira que esa vieja herida no está cerrada
Cuando te cruzo en la calle viene un suspiro
A ahogar un grito de adentro desesperado
Y entonces fingiendo inútil que no te miro
Se van mis dos ojos tristes para otro lado
La noche me pide a gritos que al fin te olvide
El día se empeña todo en que me distraiga
Mi madre me dice a diario de que me cuide
Y mis mejores amigos que no me caiga
Guardar el libro amarillo de la experiencia
No tiene valor alguno porque es en vano
Gracias a Dios de que Cristo con su paciencia
Durante tiempo completo me da su mano
Porque razón el olvido no te separa
Porque el corazón insiste que te precisa
Será porque están cansados de ver mi cara
Que se ha olvidado la mueca de la sonrisa
A donde se irán tus besos en que camino
Adónde irán las caricias de tu ternura
Mi brazo ira por la calle en el desatino
De no llevarte apretada de la cintura
A veces me saca a flote solo mi orgullo
Porque el reloj del olvido será tan lerdo?
Si cada fecha del año trae algo tuyo
Y cada rincón de casa guarda un recuerdo
Las cosas que fueron lindas en un momento
Perdieron en un segundo toda belleza
Los pájaros de la tarde sueltan al viento
Acordes de la guitarra de la tristeza
Habrán de llegar las horas en que sin miedo
Te nombre como el pasado del alma mía
Si estoy cantándote coplas es porque puedo
Codearme con la esperanza de una alegría
El juego de azar del alma tiene estos trances
Venturas y desventuras salen a escena
Y cuando llegue ese tiempo de los balances
Sabremos si amarnos tanto valió la pena
Te suelto como una nube en el infinito
Me suelto como la risa de una cascada
Y si otra vez nos cruzamos Jesús Bendito
Dios quiera que ya está angustia no duela nada
Te vas sobre las caricias de tantas noches
Me voy con las manos juntas como en un rezo
Porque a partir de este instante no hay más reproches
Y en esta canción te queda mi último beso.