¿Me contaras mujer por qué estás tan cansada?
¡No!
Confía en mi pues te noto un poco estresada
¡No!
¿Quién cometió en gran error de creer que por costumbre tu debes obedecer?
¿Te dieron la oportunidad de que te expresaras?
¡No!
¿Te dijeron que tus ideas siempre se usaban?
¡No!
¡No!
Yo sé el suplicio al que te toca ceder
Al enfrentar doctrinas y el poder
De un ser igual que te obligó a decender
A una posición que no tienes porque tener, ¡oh no!
¿Se disculparon por verte como un producto sexual?
¡No hicieron, no, no hicieron nada!
¿Te confesaron que abusaron de tu don servicial?
¡No hicieron, no, no hicieron nada!
Los tiempos cambiaron y no por quién nos impuso el nombre
Sino por la osadía de quiénes nos hicieron hombres
Y en justicia a la verdad también hay que reconocer
Que siempre supieron hacer las cosas bien
Dime mujer que luchaste y sin espada
Uh, uh, uh y sin espada
Nunca aceptaron que tu intelecto pesaba
No, no, no, no, no lo aceptaban
Que de tu vientre tuvieron que nacer
Y ante la muerte tus manos sostener
Y aunque injustos rozando lo cruel
No hay fortuna que se compare a ti, mujer
¡Oh, no!
¡No, no, no, no!