De niño fui a la escuela, siempre me gustó estudiar,
Pero solo hasta segundo grado pude llegar,
La vida me tenía siempre enamorado,
Las damas nunca me faltaron, siempre a mi lado.
Pasaron los meses y me fui de mi hogar,
Dejé a mi familia y a mi novia sin avisar,
A mi hermanito, con quien era tan pegado,
Con el corazón dolido, hacia la capital he caminado.
En la gran ciudad no encontré empleo,
Dormí entre las ramas, en la calle, en el desvelo,
Hasta que un buen hombre me dio su mano,
Me ofreció trabajo y un lugar, nunca olvidaré ese hermano.
De regreso decidí cruzar las fronteras,
Buscando un sueño en tierras extranjeras,
Con Dios y mi familia, hermanos y amigos,
Agradecido por siempre, en el camino sigo.
Gracias a Dios y a todos por el coraje y el valor,
A los que me ayudaron, sin mostrar rencor,
Hoy aquí estoy, con la frente en alto,
En el país que soñé, con mi destino trazado.
Este corrido cuenta la historia de mi andar,
De un joven soñador que nunca dejó de luchar,
Con el corazón valiente y la fe en mi interior,
Llegué a la meta, siempre fiel al amor.