Siento, presiento,
no hay nada que vuelva a ser como alguna vez fue,
y no pensé que me llegaría a aburrir
de tan sólo ver cómo se vive aquí.
Yo sé que es imposible entrar,
aunque se apague mi alma.
Siento, y enciendo las alas de mi imaginación.
Subo y siento, y creo que me entrego entero,
para cuando yo más quiero nunca estarás vos,
aquí no estás.
Sé que es imposible entrar,
tu corazón no se abriré jamás,
aunque te entregue mi alma.