Espejito compaáero, mírame que triste estoy, se me fué el hombre que quiero, y me muero por su amor. Cuantas veces me ayudaste, ha vestirme para él, cuantas veces te empaáaste, al llorar por su querer. Pero ¡hay! ya lo ves, solo tengo tristeza y dolor, cuanto lloro desde que se fué, y no puedo vivir sin su amor. Dime tú que eres fiel, si algún día me vendrá a consolar, pues me mata ésta pena tan cruel, y me muero de tanto esperar. Pero ¡hay! ya lo ves, solo tengo tristeza y dolor, cuanto lloro desde que se fué, y no puedo vivir sin su amor. Dime tú que eres fiel, si algún día me vendrá a consolar, pues me mata ésta pena tan cruel, y me muero de tanto esperar.