Suavemente va cayendo el río, es tan limpia el agua de este río, baja tanta miseria en este río. En los pantalones de cuando niáo, un juguete roto de cuando niáo, suavemente va cayendo el río. Mis ojos cortados por cuchillas de sol, y mis cuencas vacías se inundan de río, un recuerdo amargo lo que no he vivido. Media hora plantado bajo la ducha el agua cae a mis pies, y mi alma, mi alma cae con ella también.