Amanece la ciudad
Y entre los desfiles de su carnaval
Alguien pasa inadvertido porque no quiso disfraz
Tenía el sueño de volar
La locura ató su cuerpo a un pedestal
Y lo cubren los molestos restos de la tempestad
Gira el aire, ya no le ilumina el sol
Y la lluvia lo hace un náufrago sin corazón
Y ahí se queda el pensador
El dolor en singular
Convirtió en su templo aquella oscuridad
Son endebles los cimientos de la noble soledad
Deja todo el ruido atrás
Algo dentro ha dado un giro
Y se pregunta "en qué te has convertido"
Nada ocurre por casualidad
Piernas pétreas y ojos ciegos de buscarte
Se abrieron con el relámpago
Volvió su voz y la canción del pensador
Si alguien vive en mis adentros sabe que me gusta hablar
Y que guardo largas charlas del diablo con mi alma
Si alguien vive en mis adentros sabe que me gusta hablar
Y que guardo largas charlas del diablo con mi alma
Piernas pétreas y ojos ciegos de buscarte
Se abrieron con el relámpago
Volvió su voz y la canción del pensador
Si alguien vive en mis adentros sabe que me gusta hablar
Y que guardo largas charlas del diablo con mi alma
Si alguien vive en mis adentros sabe que me gusta hablar
Y que guardo largas charlas del diablo con mi alma