Él era solo un niáo,
de trenes sin destino,
buscaba su camino y de repente
algo cambió su vida en la estación.
Allí estaba ella,
única con pulseras,
con flores en el pelo y la sonrisa
comiéndole la cara con algodón.
Cuantos días, cuantos meses, cuantos aáos,
esperando que la vida
lave todo el desengaáo.
Cuantos días, cuantas nueces, veinte aáos,
separados no lograron apagar ese amor,
ese amor... ese amor
Pero llegaron tiempos, oscuros y violentos,
en que toda la vida era un callejón
que no tenía salidas, solo desolación
Ella partió deprisa,
voló como una brisa,
huyendo de esos días y él lo comprendió.
Porque estalló en pedazos su corazón.
Cuantos días, cuantos meses, cuantos aáos,
esperando que la vida,
lave todo el desengaáo.
Cuantos días cuantas nueces 20 aáos
separados no lograron apagar ese amor
ese amor.
Pero un día se encontraron como trenes de ida y vuelta en el andén
se besaron, se besaron y todo empezó de nuevo otra vez.
Cuantos días, cuantos meses, cuantos aáos,
esperando que la vida
lave todo el desengaáo.
Cuantos días, cuantas nueces 20 aáos,
separados no lograron apagar ese amor
se amor... ese amor.