Cuando las sombras se van alargando
y el suelo solamente es
un filo entre el cielo y mis pies
un filo entre el cielo y mis pies,
los bailarines de la cornisa
me invitan a su danza cruel,
voy escuchándolos
dejándome convencer.
Y en su cadencia de puta vieja
me empieza a acariciar la nuca la ciudad.
Hay mil pistolas en mil bolsillos
con seis mil balas para mí,
no me vas a alcanzar,
no me podés ni ver ni oír.
Hay mil venganzas en mi cabeza
pensando en ver cómo vas a morir.
Llega la muerte con tu disfraz,
con tus besos de lengua
y me invita a bailar.
Mientras que piso el sudor
de viejos fans
de nuevas bandas que
con su torpe alegría
me invitan a su carnaval,
hay mil estrofas en mi vergüenza
y una curda en mi lengua que hoy las va a dejar salir.
Gritan los dueáos de la verdad
invadiéndome el sueáo,
contagiándome el mal.
Llega la muerte con tu disfraz,
con tus besos de lengua
y me invita a bailar.