La luna llena del cielo
se aburre colgada
sobre el callejón cortón.
Y está tirada en el suelo
del rojo paáuelo
de un patio en reunión.
Allí, se oye gotear la pileta
y aqui soáando guarda el aljibe
la estrella que exhibe
la luz de un farol.
Y está girando coqueta
la eterna veleta cortada en latón.
Luna llena,
giró carmin la pollera
que cimbra en gracia y pasión,
sirviendo al gesto del varón
la vida entera.
Luna llena,
redonda, monda y serena,
mas en la calle que grita
juega un hombre su rencor
a cara o cruz,
como una sombra maldita
que se agita en su infinita luz.
La luna mira callada
la danza apretada
que tiene emoción y acción.
Y hay un despecho que viste
la música triste de aquel corazón.
Total, el son del tango se apaga
y al fin
frente a la dicha que pierde
hay alguien que muerde
su pena de amor.
Y con borrones de bruma
la luna se esfuma
por el callejón.