En carpetas de cien timbas, te copé
las paradas de una suerte que se da,
y en la trampa de tus naipes, me encerré
jugando a "suerte y verdad"...
Piques rojos en tus uáas de ilusión,
rojo trébol en tu boca de carmín,
y en tu pecho, negro, negro, un corazón
que me negaste por fin...
Trampas donde esperé
buenas que no se dan.
Cartas que ya quemé
en la hoguera
que enciende la espera...
Negros ojos de mal,
para el blanco tul de mi fe,
que velaba en tus artes, la trampa que fue
como un arco tendido, fatal...
Barajando cien engaáos, te creí,
y hoy, te ofrezco mis mentiras, sin creer...
Si a la luz de mi confianza yo perdí,
con sombras, te ganaré...
Ya no valen los colores de ilusión
que pintaban tus encantos de mujer.
Porque tengo, negro, negro, el corazón,
sé que no puedo perder...