Una noche de febrero, Lupita llegó a su casa de madrugada
Sin zapatos, con la playera rota, y heridas moradas sobre la cara
Su padre le preguntó, dime ¿quién te lo hizo?, pero no dijo nada
Escúchame hija de mi alma, quiero que me digas ya quién te lo hizo
Ahí se inclinaron a que se lo dijera y qué poca sorpresa cuando le dijo
Que el culpable era el bato con el que Lupita ya había salido
Y ahí el padre pasó a buscarle, procurando matarlo
Por ser inhumano
Y por haberle hecho daño a su hija tan querida
Que nadie diga
Que nadie sepa
Porque hay hazañas
Que aunque sean incorrectas, se tienen que cumplir
Y en esta vida, hay cosas que tenemos que hacer aunque sean incorrectas
Vuelan las balas si se juega con mi hija
Encontró al novio drogado el día siguiente en la mañana
Se acercó a su casa y lo miró dormido en su cama a través de la ventana
Por esa misma ventana entraron siete balas, y se cumplió la hazaña