NO TENGO NADA QUE OFRECER Sentado en un rincón de mi habitación Rogandole al tiempo su perdón Tras el vidrio de mi prision te veo pasar (eterno sueáo, eterno no es) Alguna ilusión se enterro en mi ser Todo se fue al fango, al ver que yo No tengo nada que ofrecer Apostado en un farol de mi calle Te veo pasar Mi aspecto te obliga a no mirarme Te veo y solo se que nunca a ti llegare Quisiera hablarte, preguntarte... ¿Para que ? las respuestas las sé Cuando todo lo perdí Hubiera deseado que alguien como tu estuviera ahí Junto a mi ¡pero no tengo nada que ofrecer!