De aire forjó su prisión
Y de aire son las cadenas.
De aire son las madrugadas
O de viento si hay tormenta.
Aire alimenta los bueyes
Que han de mover las carretas,
Que saben poco de almizcle
Y mucho de cumplir condenas.
Poco puede un corazón
Si se le niega el calor
Si se apostilla su aliento.
Poco puede un corazón
Si vive en la sinrazón
La travesía del desierto.
Y no hay nada
De andar por los portales a horcajadas
De andar retando al sol de la mañana
De contar los lunares de su espalda.
Y es tiempo,
De andar a tientas el desfiladero,
De andar zurciendo parches de recuerdos,
De andar contando pétalos siniestros.
Aire para limpiar el aire
De la alcoba, de la higuera.
Aire que avive candiles
Y haga estremecer las velas.
Aire para una canción
Que haga crecer hierbabuena
Que brote por los rincones
De los poros, de las venas.
Y no hay nada
De fumarse la noche a bocanadas
Jugando a ser princesa o cortesana,
De derrotar molinos con besarla.
Y es tiempo,
De andar echando cuentas de luceros
De andar cantando al mar, al sol y al viento,
De andar sin más echándola de menos.