José María se casó
con María José
y tuvieron dos hijos:
María y José.
Los mandaron a la escuela
de San José
pero María nunca iba
y José nunca fue.
Porque cuando cumplieron los diecisiete
se mudaron juntos a la capital
y pusieron una venta de carnadas
y con eso no les iba nada mal.
El primero fue un buen aáo
y el segundo también
prosperaba día a día
crecía mes a mes.
Todo el mundo que pescaba
quería tener
las almejas que vendían
María y José.
La gente hacía cola
para no quedarse sin pescar.
Ya desde primera hora
el puestito comenzaba a funcionar.
Almejas, almejas
en el puesto de la rambla y Gallinal
almejas, almejas
y la gente no paraba de comprar.
Almejas, almejas
un producto de primera calidad.
Esta es la mejor carnada
para el pescador profesional.
Las almejas se agotaban
y la gente no paraba de sacar.
Pero almejas brasileras
comenzaron a aparecer
y pa peor con el Mercosur
les bajaron el arancel.
Y con el precio resultante
era imposible competir,
el puestito de la rambla
ya no pudo subsistir.
Y todo esto les trajo
un fracaso comercial
se fueron barranca abajo
y tuvieron que cerrar.
Amëijoa, amëijoa
por la rambla ya se empezaba a gritar
Amëijoa, amëijoa
y la gente no paraba de comprar.
Amëijoa, amëijoa
importada de segunda calidad.
Era la opción económica
para el pescador profesional,
que por una suma módica
sacaba igual que con la nacional.
Almejas, almejas
Las almejas brasilera
prefieren los pescadore
ya no vamo a tené
que apretá a los provedore.
Almejas, almejas
Las almejas brasilera
nos coparon el mercado
ya no vamo a tenè
ma problemas con Cambadu.
Almejas, almejas
Son de mala calidá
las almeja brasilera
pero parece notarlo
ninguna roncadera.
Almejas, almejas
Nos tendremo que metè
las almejas nel ojete
ya no vamos a tené
ma problema con lo flete