Llena el espacio de un suave rumor,
viento sincero que carga mi voz
y abre tu mente, te deja huír
hacia un utópico fin.
El murmullo que va estirándose.
Aire que espía el oscuro rincón
donde encontrar su gentil receptor;
suelta las riendas, limítate a oír
como te trae hacia mí,
dibujando en tu ser mi secreto fugaz.
Nada encarnan las horas
si no siembran anhelos;
suspiros lejanos quiebran mi soledad
y me guian.
Bajo el embrujo fiel que disuelve el temor.
No me dejes dormir, quiero verte a los ojos.
No me dejes dormir sin ahogarme en tu voz.