Mi mayor virtud,
Es entre tanto,
No la inquietud
De tu lloroso llanto.
Tampoco el canto,
Del cariño solitario
Que llama tu encanto,
El de tus ojos, ordinario.
El pudor prioritario
Para nada es evidente,
Porque es acto diario,
De una vida diferente.
Mi virtud es precisamente
Estar enamorado de ti,
Porque repentinamente,
Eres mi corazón cual rubí.