Todo empezó en una cena
Dime que te sirvo nena
Mientras bebes tu copa helada
Me derrito en tu mirada
Tus manos tocaron las mías
Tus caricias me seducían
Tus labios y tu piel
Eran dulces como la miel
Tu ropa comenzó a caer
Avanzaba el anochecer
Tú supiste hacerme arder
Nos amamos hasta el amanecer
Cien posiciones ensayamos
Varias veces al cielo llegamos
Hasta el fuego te envidiaba
El ardor que tú emanabas
El tiempo esa noche se detuvo
Mi corazón entró en el tuyo
Las estrellas nos miraban
La luna se sonrojaba
Las velas nos iluminaban
Nuestros cuerpos se fusionaban
Eso fue más que quererme
Tú supiste enloquecerme
Cien posiciones ensayamos
Varias veces al cielo llegamos
Hasta el fuego te envidiaba
El ardor que tú emanabas