Vení, no seas necia, sentate ¡mi alma!
trae la boquita te quiero besar,
que no es de hombre serio perturbar
la calma de tu cariáito que me sabes dar.
Vení, que te quiero decir al oído,
confidencialmente en ésta ocasión,
que me tenés loco, que nunca te olvido,
que te llevo adentro de mi corazón.
¡Carita de cielo!
Andás llorisqueando
porque te han contado
que te desatiendo
pero no es verdad.
¡Carita de cielo!
Porque sos así
si nunca he cambiado
yo siempre a tu lado,
y contento viví.
A mí me hace falta la luz de tus ojos
la miel de tus labios tu forma de ser,
yo soy enemigo de causarte enojos
mi vida no es vida sin poderte ver.
A quién no le gusta vivir encantado
tomar unos mates cebado por vos...
Con eso te digo que estoy amarrado
a tu amor que cuido por bien de los dos.