Tus ojos, claro de monte,
como guitarras trovadoras de San Juan.
Tus ojos, son mi suplicio,
son mi perdn, mi redencin, mi despertar.
Tus ojos que me arrebatan, son mi locura, son la plena perdicin.
Tus ojos lo tienen todo, nada me falta porque son mi bendicin.
Tus ojos que tienen mi ausencia,
como dulce y fresco sereno de mar.
Tus ojos son mi equilibrio, son mi libertad.
MRAME, DAME FUERZA Y ALIVIO.
MRAME, QUE ES LO QUE NECESITO.
MRAME, PARA TENERLO TODO
SLO BASTA QUEDARME FUNDIDA EN TUS OJOS.
MRAME, QUE ES LA PAZ TU MIRADA.
MRAME, QUE MI DICHA NO ALCANZA.
MRAME, QUE LA LUZ Y LA CALMA
QUE ME BRINDAN TUS OJOS, TRANQUILIZAN MI ALMA.
Tus ojos, dulce esperanza.
Remedio y cliz de ese sorbo de tu amor.
Tus ojos, son el camino donde abre paso mi desbordada pasin.
Tus ojos me llenan el alma.
No hay otra riqueza, no tengo temor.
Tus ojos dulces, benditos, son mi devocin.
MRAME, DAME FUERZA Y ALIVIO.
MRAME, QUE ES LO QUE NECESITO.
MRAME, PARA TENERLO TODO
SLO BASTA QUEDARME FUNDIDA EN TUS OJOS.
MRAME, QUE ES LA PAZ TU MIRADA.
MRAME, QUE MI DICHA NO ALCANZA.
MRAME, QUE LA LUZ Y LA CALMA
QUE ME BRINDAN TUS OJOS, TRANQUILIZAN MI ALMA. (BIS)