Cálmare
La sed que habita en ti
Nazco como ofrenda a la tormenta
Insana
Mis manos portaran
Rabia y perdón
Velare
Sus pasos al andar
Cuidaré tu mente incandescente
Ten calma
Hasta verlos sanar
Eternidad
Dónde la oscura planicie
Se pierde
Dónde se funde con el todo
Ese todo que mi voz resiliencia
Un abismo de conocimiento
Un universo de ignorancia
Bailan sobre mi cuerpo
Y susurran sorprendidos
De que aún estamos
De que aún danzamos
A pesar
A pesar de los dolores
A pesar de que no vemos
Ni tampoco oímos.