Ya sonó el despertador
me levanto bruscamente
voy al baáo, ¡que bajón!
el espejo nunca miente.
Tengo la lengua marrón
y los ojos de serpiente
dubidubidubidubidubidubá
después de una noche alegre.
Nada puedo recordar
el cerebro lo he perdido
y sin ganas de fumar
enciendo otro cigarrillo.
Tengo la lengua marrón...
No sé que tiene ese bar
que siempre que voy me lío
era un día normal
era un lunes aburrido.
Siempre me encuentro mal
prometo ser un buen chico
ayer dije nunca más
pero no oigo lo que digo.