Era el atardecer, que la pareja
Llegaba siempre junto a aquella reja
Donde ella y él
Se unían con fervor
En un abrazo ardiente
Jurándose su amor.
Tenía ella en sus ojos la dulzura
De una mirada plena de ventura
Y en el clavel
De su boquita en flor
Un poema de amor
Para vivir con él.
Yo te querré, mi vida, eternamente,
Suave, el galán, decía apasionado.
Mi corazón te ansía y, a tu lado,
Todo mi ser rebosa de pasión,
Quiero en un beso de tus labios rojos
Sentirme dueño de tu almita pura
Y en un abrazo lleno de ternura
Darte el amor que es toda tu ilusión.
Pasó algún tiempo y aquella pareja
Ya no se vio llegar junto a la reja,
Porque al decir
Del barrio que los vio,
Mintió el galán cariño
Y a ella abandonó...
A veces, en la tarde agonizante,
Se ve llegar con paso vacilante
Una mujer
Que la reja al mirar
Solloza al recordar
Aquel amor de ayer.