Saraca, muchachos!... Dequera un casorio!
Uy Dió, qué de minas!... Tá todo alfombrao!
Y aquellos pebetes, gorriones del barrio
Acuden gritando: Padrino pelao!...
El barrio alborotan con su algarabía,
Y allí en la vereda, se ve entre el montón,
El rostro marchito de alguna pebeta
Que ya para siempre perdió su ilusión.