Se acerca la comparsa, ya vino el Carnaval...
Los negros van bailando, bailando sin cesar...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Ya se presentan...
¡Chiquichi...! Los congos del Sur...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Se fue mi negra
¡Chiquichi...! Envuelta en un tul...
Al ruido de mi tambor, Carnaval, carnavalera,
la busca mi corazón.
Un pardo se la llevó, Carnaval, carnavalera,
con traje de dominó.
En el corso de Barracas la encontré para mi mal,
ella se llamaba Juana y yo me llamaba Juan.
Le dije cuatro palabras que eran la pura verdad,
me la llevé en la comparsa y allí le enseáé a bailar.
¡Che...!
¡Ioja...! ¡Ioja...! Vienen los congos...
¡Chiquichi...! Brindando salud...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Esta es la Juana...
¡Chiquichi...! Más linda del Sur...
Al ruido del tamboril, Carnaval, carnavalera,
me dijo que era feliz.
Por eso con su canción, Carnaval, carnavalera,
se agranda mi corazón.
Tenía los dientes blancos y las motas de carbón,
eran claras las palabras y era negra la intención.
En un Carnaval me quiso y en otro me abandonó,
pero yo no sufro tanto mientras canto esta canción.