Pasa la murga de los chiquillos
sembrando el ruido de su canción.
Marca su paso con los platillos
y la batuta del director.
Pasa la murga con sus alardes
entre la siesta del arrabal.
Y un son de lata puebla la tarde
y su rumor es la canción del carnaval.
Alegre son, del cornetín desafinado
ronco rumor, en el trombón del barrigón.
Voz de cartón, en el clarín desencolado
y en los tambores, chimpón, chimpón.
Canta el tenor con agria voz desentonada
en el zaguán de un caserón del arrabal.
Y la intención de su cantar queda borrada
con el rumor que da el trombón del barrigón.
Se va la murga de los chiquillos
llevando el ruido de su canción.
Marca su ausencia con los platillos
y la batuta del director.
Se va la murga con sus alardes
entre la siesta del arrabal.
Y un son de pena vibra en la tarde
porque el rumor de su chimpón no volverá.
Se fue la murga callan los tambores.
Se fue y el barrio quedó más triste.
Se fue llevando junto a sus rumores
la voz de lata del Carnaval.