Voy a olvidar que un día tuve un sueáo
que era ese día el fin de un largo viaje
y que a pesar del tiempo y de las flores
habías recibido mi mensaje.
Contigo en el bullicio de un portal
donde corren y juguetean tantos niáos
a la hora en que de todos los rincones
el agua azota los ladrillos.
En una fiesta de una hermosa niáa
veo una mesa llena de colores
y hay un lugar que espera en la penumbra
al más mimado de los ruiseáores.
Quiero cambiar de nombre y de lenguaje,
perderme en el silencio de este sueáo
o volver a encontrarte y ser de nuevo
aquella multitud de carne y hueso.